Acogedor B&B con encanto, dentro del recinto histórico de la romántica ciudad de Brujas y a solo un tranquilo paseo a pie de cafés, cervecerías, restaurantes y terrazas junto a los canales y del bullicioso centro. Regentado por Corine, encantadora, es una magnífica anfitriona que te dibuja rápidamente sobre el mapa, dónde ir, qué visitar, comprar... Todo lo que ofrece y ves en su web se ajusta a la realidad, con lo que la estancia en esta residencia no decepciona; todo lo contrario, hace que te enamores y disfrutes a tope del lugar y sus alrededores. Si llegas en coche, el aparcamiento no es problema pues Corine te proporciona gratuitamente el disco del parkímetro. Igualmente las bicicletas están a disposición de los clientes sin coste alguno.
El único inconveniente, por ponerle alguno, es que no admite el pago con tarjetas de crédito.
Fue todo un acierto disfrutar y emplear más días de nuestro viaje a Bélgica en Brujas que en Bruselas.