Mal. La casa está bien cuidada, pero hay cosas que no son de recibo. Los colchones se hunden, los somieres son todos de supletoria, las almohadas de la de relleno de espuma, vajilla escasa para 6 personas, solo 3 cuchillos que cortan, la calefacción la controla solo el dueño. Es mayo, pero este fin de semana del 17 al 19 ha hecho frio y, el sábado por la noche hemos tenido que llamar para que la pusiese y, en las habitaciones de arriba no funcionaba. Vecinos que se asoman por los tapias para decir que porqué encienden la parrilla. Cámara en la entrada para controlar quien entra o sale (por ley, debe informarse al anunciar la casa, para poder decidir si quiero o no ser grabada, al ser un espacio privado). Otro aspecto es que el dia que se llegó, la casa pese a estar “limpia o recogida”,se notaba que había sido limpiada hacía una semana, porque las escaleras estaban sucias. Llevamos 4 perros y quisimos pasar el suelo además de barrer y, pasar algo el polvo y, no había mas que la fregona y la escoba, ningún producto para al menos dejar algo limpio, como hacemos siempre y, mas viajando con perros. Es una pena, porque la casa está bien, pero estos detalles hacen que la estancia sea incómoda y tensa, sobre todo el sentirte vigilado por la cámara y los vecinos. Una pena