La casa conservada con sus utensilios de épocas pasadas dedicadas al vino y colocadas de una forma exquisita, hay que verlo para disfrutarlo.
Respecto al alojamiento como tal, amplio, limpieza excelente, todo aquello que necesitas lo tiene.
El interior precioso y cómodo, el exterior extraordinario para permanecer allà sin necesidad de ir a ningún lugar: piscineta, barbacoa, porche, solarium...
La cercanÃa a supermecados, playa y cualquier cosa que quieras realizar es también un punto a favor, su ubicación.
La tranquilidad del pueblo que te permite desconectar.
Los dueños, Salvador y Helena, siempre disponibles, muy atentos y muy cercanos, un 10. GRACIAS.